Juan Carlos Huyhua asumió recientemente el cargo de gerente general de Doe Run Perú (DRP), tomando las riendas de la minera en uno de los momentos más críticos por los que haya pasado la empresa desde que adquirió la fundición de La Oroya en 1997. La coyuntura, suscitada a raíz de la solicitud de DRP de ampliar el plazo de su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) del 2006 al 2010, llegará a su fin cuando el Ministerio de Energía y Minas (MEM) tome una decisión el próximo mes. Pero de momento, la población teme por su futuro laboral, las ONG por la salud de la población, y DRP por su viabilidad financiera. La empresa cuenta con el apoyo de la población afectada, por eso hay cierta confianza en las declaraciones de Huyhua que no vislumbra como escenario que el MEM rechace su solicitud. ¿Y si eso sucede? Lo que asegura el funcionario es que DRP acatará lo que digan las autoridades. - Como parte del contrato que firmaron al adquirir la fundición de La Oroya, se contempló la inversión que debían hacer en su PAMA. El mismo compromiso debió asumir cualquier empresa que tomara la fundición. ¿No es injusto para las empresas que quisieron ingresar a La Oroya que se cambie las reglas de juego? Cuando se dio el proceso de privatización como un todo resultó ganadora la mexicana Peñoles, no DRP. Sin embargo, por razones internas, Peñoles dejó la posición de La Oroya y, de acuerdo a las bases del proceso, se la adjudicó a DRP que era la segunda empresa interesada. Asumimos compromisos ya establecidos y sabíamos de la complejidad del reto, pues los proyectos ambientales no son fáciles de enfrentar. Pero en estos momentos nuestra empresa ha excedido las inversiones en más de US$77 millones. Y al cierre de este año habremos invertido casi US$100 millones, muy comparable al compromiso inicial de US$107 millones. Sábado 14 de enero de 2006