Quizás porque la realidad electoral se antoja parecida a un verdadero drama, Alan García le atribuyó a Ollanta Humala desconocidas habilidades histriónicas.Ante la orden de inamovilidad que lanzó Humala a sus bases, frente a la posibilidad de que algunas de las tachas interpuestas contra su candidatura sea declarada procedente, García dijo que el líder nacionalista está en su derecho de "dramatizar, teatralizar, rasgarse las vestiduras y decir: nadie me quiere". De esta manera, el candidato presidencial aprista, que estuvo ayer en gira proselitista en la ciudad del Cusco, restó credibilidad al desesperado llamado de Ollanta Humala, aunque después reconoció que se trata de "recursos políticos" que su rival "está aprendiendo muy rápido".