El canciller Óscar Maúrtua reafirmó ayer que el servicio diplomático será muy celoso cuando se trate de salvaguardar el Perú de la injerencia de otros países que intenten inmiscuirse en los asuntos internos nacionales.Sin mencionar al presidente venezolano Hugo Chávez, dijo que ese tipo de injerencia era inaceptable, más aun al encontrarse el Perú en pleno proceso electoral para renovar las autoridades nacionales.Al respecto, descartó que la diplomacia peruana hubiera actuado guiándose por intereses electorales o particulares. "Esta acción no se ha realizado a favor de ningún grupo político particular ni en detrimento de otro", remarcó el titular de Torre Tagle.