El Poder Ejecutivo cumplió con observar el polémico proyecto de ley que creaba la zona franca de Puno, aprobado demagógicamente por el Congreso. Sin embargo, llama la atención que, paralelamente, el Gobierno sugiera un proyecto para crear una zona económica especial, que a primera vista solo elimina las exoneraciones aduaneras y pone el énfasis en la inversión.Al respecto, reiteramos nuestra oposición a cualquier iniciativa oportunista y demagógica, que solo busca réditos electoreros --y reeleccionistas-- a costa de la estabilidad nacional.En el caso de los parlamentarios lamentablemente siguen colocando al Ejecutivo en la incómoda situación de observar leyes. De alrededor de mil leyes aprobadas por el Congreso, unas 240 han sido observadas, lo que demuestra la baja calidad del trabajo legislativo.En este caso, la idea de crear una zona franca en Puno, que ya es una zona prácticamente liberada al contrabando (con todo lo que ello implica de desorden, corrupción y grave afectación al fisco) solo potenciaría esta actividad ilícita.En tal contexto, ni el Congreso puede insistir en el proyecto observado ni el Ejecutivo lanzarse a reconvertir el proyecto congresal. Lo que corresponde es propiciar el debate racional y alturado sobre la real situación de la zona altiplánica, sus problemas y sus posibilidades de desarrollo, lo que no debe hacerse en un contexto tan politizado y electorero como el actual.