Luego de que hace unos meses se confirmara que la cuenca del río Corrientes viene siendo afectada por la actividad petrolera, el Ministerio del Ambiente declaró ayer en emergencia ambiental la referida zona con el fin de garantizar su manejo sostenible y llevar a cabo acciones de remediación. Según un informe de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), el agua del río y de sus afluentes no es apta para el consumo humano porque presenta altas concentraciones de hierro y otras sustancias químicas derivadas del petróleo crudo.(Edición domingo).