LA CRISIS ENERGÉTICA QUE AÚN PODEMOS EVITAR
23 de agosto de 2013

En el Perú, el consumo energético se ha más que duplicado en la última década. Así, la electrificación ha pasado del 60% en 1980 a más del 90% en el 2012, y el consumo promedio por hogar ha aumentado en 40% en el mismo periodo. Además, en los próximos cinco años crecerá a un ritmo promedio de 8.8% anualmente.En los próximos cinco años se requerirán 3,500 megavatio (MW) de nueva potencia para cubrir la demanda nacional. De los cuales, 1,500 MW serán necesarios solo para cubrir las necesidades de los nuevos proyectos mineros que se espera que entren en producción próximamente en el país. En tal sentido, considerando toda la cartera de proyectos mineros, con el horizonte puesto en el 2021, más de 3,700 MW serán necesarios.Los sectores industrial y minero representan, aproximadamente, 60% del consumo de electricidad a nivel nacional. En este contexto, las empresas industriales y mineras tienen la oportunidad de enfrentar la crisis energética que se avecina, manejando de forma más eficiente la energía que consumen, pudiendo ahorrar un 30% de la misma y evitando la generación de un cuello de botella para las futuras inversiones en el país.En los países del primer mundo se utilizan programas integrados de eficiencia energética que incluyen la automatización de procesos, de las instalaciones y la gestión de energía a través de un único sistema de control, los cuales permiten un ahorro de energía del 30%, viéndose reflejado no solo en un menor consumo energético, sino también en un menor impacto en el medio ambiente y en un ahorro significativo en los costos de operación (OPEX). Además, esta energía ahorrada podría utilizarse en nuevas expansiones para ampliar la capacidad existente sin necesidad de inversiones en nuevas líneas de transmisión, reduciendo el Capex (gastos de capital). Hay oportunidades en todo el sector industrial para ahorrar en energía, lo cual podría significar liberar hasta 2,000 MW de potencia instalada, teniendo en cuenta un ahorro potencial del 30%. A nivel país, esto equivale a la generación que producirían dos nuevas centrales termoeléctricas de similar capacidad a las de Ventanilla, pero sin ninguna inversión adicional y con entrada en funcionamiento prácticamente inmediata, ya que las soluciones de eficiencia energética empiezan a dar sus frutos el mismo día de su puesta en marcha. Ante esta inminente realidad, donde una crisis energética podría generar desabastecimiento para los nuevos proyectos de inversión en el país, generando un cuello de botella que no permitiese que nuestra economía siga creciendo al ritmo que requerimos, es el Estado el que debería crear incentivos económicos para fomentar que las empresas decidan usar eficientemente la energía, señalaGuido Di Toto, presidente de SCHNEIDER ELECTRIC PERÚ & BOLIVIA.

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