YA-NASH-COCHA
8 de noviembre de 2004

El jueves último, una discusión en medio de una reunión amical terminó definiendo este comentario. La decisión de Minera Yanacocha (conocida ese día) de retroceder en su intento de explorar el Cerro Quilish y solicitar que se le revoque el permiso respectivo, había generado dos reacciones: la de quienes la calificaban como una enmienda por lo que reconocieron fue un error en su relación con la población de Cajamarca; y la de quienes, con cierta suspicacia, la consideraban parte de una estrategia: dar un paso atrás porque era más lo que perderían en el corto plazo, y más lo que ganarían luego.En realidad, ambas percepciones no están contrapuestas, y por ello, independientemente de la razón que llevó a Yanacocha a retroceder en la exploración de un yacimiento con reservas importantes, la decisión le podría permitir iniciar una nueva relación con la comunidad, en la que un intercambio de información libre de presiones de tiempo y de intereses sobre la mesa, pueda conducir a una mayor apertura y entendimiento entre las partes, y a que ambas se beneficien en el mediano plazo.¿Cambiará este hecho la imagen de la minería? Ayudará, pero el gremio aún tiene una ardua tarea para superar los "pasivos" que en su momento y aún hoy, han dejado casos como los de Shougang, Centromín, Doe Run y Southern Perú, entre otras. Por ello, además de que cada minera debe priorizar el aspecto social, la Sociedad de Minería debería tomar una posición crítica y abierta frente a aquellas empresas que atentan contra el medio ambiente o que incumplen con normas mínimas como las laborales. Solo así la población podrá cambiar su percepción sobre la minería, y entender que las empresas no solo se "llevan los recursos del país" y dejan enormes pasivos, sino que contribuyen al desarrollo y generan empleo en lugares donde difícilmente cualquier otra actividad podría hacerlo.Pensando en estos temas y en que finalmente las dos percepciones planteadas en la reunión amical en torno a Yanacocha no eran necesariamente contrapuestas, recordé a John Nash (Nobel de Economía, 1994). Si Adam Smith afirmó que era el egoísmo o interés individual lo que permitía maximizar el beneficio de la sociedad, luego Nash aportaría que es la interacción entre los intereses individuales (tomar en cuenta el interés del otro) la que conduce a maximizar el beneficio de un grupo. El gremio minero y los empresarios en general deberían entenderlo.