Electores y candidatos, gobierno y autoridades electorales, medios de comunicación y veedores --cada cual desde su posición-- tienen que asumir la responsabilidad de cuidar que estas cruciales elecciones se desarrollen impecablemente y, vale reiterarlo, dentro de los cánones democráticos. Precisamente, para asegurar un juego limpio en estos comicios, desde esta columna editorial debemos saludar a aquellas agrupaciones políticas que han suscrito el Pacto Ético Electoral y a la vez que permanecer vigilantes para monitorear su cumplimiento.Quedamos a la vez notificados acerca de las agrupaciones que no se han aunado a esta iniciativa --Cambio 90, Nueva Mayoría, Sí Cumple, Movimiento Nueva Izquierda, Resurgimiento Peruano, Y se llama Perú, Restauración Nacional, y los recién inscritos Proyecto País y Partido Nacionalista Peruano-- pero que igualmente están obligadas, por respeto al elector, a comportarse de modo digno y alturado.En cualquier caso, es positivo que, a partir de hoy, si alguno de los partidos utiliza publicidad agraviante, hace uso indebido de los recursos públicos o no presenta su plan de gobierno, es posible que cualquier ciudadano pueda denunciarlo ante el Consejo de Solución de Controversias Electorales del Pacto Ético Electoral.La primera obligación de las agrupaciones es presentar planes de gobierno consolidados y cumplir las promesas electorales que surjan a lo largo de la campaña. Asimismo, tiene que presentarse las hojas de vida de los candidatos, para saber su trayectoria profesional y ética; y respetar el ornato de la ciudad.Queremos y merecemos un debate de ideas y no, como lamentablemente ha sucedido en el pasado, un concurso de insultos, zancadillas y promesas de balcón, con el que finalmente perderíamos todos. Las elecciones, ya lo hemos reiterado, no pueden ser una lotería sino un proyecto serio y responsable de grupos constituidos que tienen convicción democrática, planes coherentes y los equipos profesionales necesarios para sacar adelante el país.