TIRANDO LA TOALLA
31 de julio de 2013

Lo más decepcionante del mensaje del mandatario fue la resignación y complacencia con la que aceptó que no retornarán los tiempos de crecimientos altos. Más aún, al echarle la culpa al entorno internacional y parecer aliviado de que al menos creceremos algo, parecía satisfecho con perder gradualmente el impulso que ha heredado.En realidad, la caída en los precios de nuestros productos mineros y el enfriamiento del entusiasmo del empresariado hacen difícil crecer nuevamente al 8 o 9% en un futuro inmediato. Sin embargo, 6% es perfectamente factible, pero ahora el Gobierno sí tendrá que trabajar para lograrlo.Para empezar, Humala tiene que asumir el compromiso y, como los objetivos que se anuncian en Fiestas Patrias se olvidan rápido, debería pedir semanalmente que sus ministros le informen al gabinete cómo van avanzando. Desde la eliminación de trabas a los proyectos que se pueden poner en marcha, pasando por la ejecución de la inversión pública y hasta el progreso en la entrega de concesiones, tiene que hacer un seguimiento intenso al cumplimiento de lo anunciado.Por otro lado, nuestra población laboral aumenta poco más de 2% al año, así que hay que crecer 4 o 5% solo para absorber a los jóvenes que entran al mercado, es decir, para quedarnos estáticos sin mejorar la calidad de vida del resto de peruanos. Es por eso que creciendo al 5% nos quejamos -recuerden la impopularidad de Toledo- ya que castigamos a quien nos hace sentir estancados.Igual ocurre con la pobreza. Solo creciendo 6% Humala podrá llegar al 2016 con menos de 20% de pobres entre los peruanos. De lo contrario, el gobierno de la inclusión social será considerado un fracaso. En ese caso, ¿cómo hará para regresar como candidato para el bicentenario?, expresó el director del diario Perú21, Fritz Du Bois.