Los representantes de las firmas SLMSOFT y NCR del Perú seguramente jamás imaginaron que tras cerrar un millonario contrato con el Banco de la Nación (BN) todo iba a terminar convirtiéndose en un verdadero problema judicial al cabo de unos meses. Pero así ocurrió.Esta historia empezó en mayo del 2004 y no tiene cuándo acabar. En esa fecha se le comunicó al consorcio -conformado por las empresas arriba citadas- que había ganado la buena pro de una licitación internacional convocada por el BN para implementar el sistema Visa. El monto adjudicado superaba el millón y medio de soles. Pues bien, dicho megaproyecto buscaba que los miles de afiliados del BN, por lo general pensionistas y empleados del sector público, también tuvieran la oportunidad de pagar sus gastos en cualquier establecimiento afiliado al sistema Visa. Hasta ahí todo estaba bien. Los problemas empezaron a surgir al poco tiempo, cuando el consorcio entregó un software que no permitía llevar adelante el proyecto que buscaba desarrollar el BN.