La larga y accidentada conferencia comenzó con un llamado a la unidad de la izquierda peruana para sacar adelante su propuesta nacionalista. Luego de ello no hubo arrepentimientos, disculpas ni actos de contrición. Ollanta Humala habló fuerte para defender su visita a la tierra de Hugo Chávez. Aseguró que nunca mintió al país, pues -según él- esta fue la primera vez que se reunió con el gobernante llanero y calificó de "impropia" la reacción del gobierno peruano, que consideró el episodio en cuestión como una injerencia de Venezuela en asuntos internos."Yo creo que es una reacción impropia del señor Toledo, aunque esa es una característica de él. Una intromisión sería que yo me meta a tu casa y pretenda hacer lo que hace un propietario. Pero la visita ha sido mía a Venezuela y creo que el tema pasa por una cuestión de prejuicios o discriminación. El punto es que se trata de Ollanta Humala, Hugo Chávez y Evo Morales, porque si me hubiera invitado el presidente Bush o el presidente Chirac, nadie diría nada", dijo.