TORRE TAGLE RECTIFICA PAPELÓN
6 de enero de 2006

Un papelón diplomático. Nuestra Cancillería, aquella que tuvo un brillo especial en otras épocas con Raúl Porras Barrenechea, Javier Pérez de Cuéllar y Allan Wagner Tizón, parece que fuera de tumbo en tumbo debido a la injerencia de la política interna en los intereses nacionales.La insólita reacción del gobierno de Alejandro Toledo, de llamar en consulta al embajador en Venezuela, Carlos Urrutia, por las declaraciones del presidente Hugo Chávez a favor de Ollanta Humala, ha sido calificada por la mayoría de analistas y políticos del medio como exagerada, y hasta dedicada a favorecer al candidato nacionalista.Ante la falta de apoyo, el Gobierno parece haber resuelto pasar la página para evitar un bochorno mayor. De otra manera no se explica cómo ayer, en horas de la mañana, en entrevista con Radioprogramas, el canciller Óscar Maúrtua insistiera en que sí hubo una injerencia de la administración Chávez en asuntos internos del Perú y que, tres horas después, el embajador Carlos Urrutia expresara -en declaraciones a la prensa y tras reunirse con el canciller- una posición más conciliadora, en busca de atemperar las aguas.