Con un vigor y una locuacidad acaso aprendidos en el Palacio de Miraflores (Venezuela), el candidato Ollanta Humala se presentó ayer en el hotel Sheraton para contar los detalles de su reciente y controvertida visita al presidente Hugo Chávez, y delinear las matrices de su hasta ahora desconocido plan de gobierno. En otro momento de su acalorada y concurrida conferencia, Humala se refirió a dos medidas económicas que él asume como urgentes: 1) la creación de impuestos a la 'sobreganancia' de las empresas privadas, y 2) la revisión de contratos con algunas de ellas. En conversación con El Comercio, Humala señaló ayer que la Constitución vigente (1993) "es delincuencial porque da en bandeja la extracción de las materias primas a la inversión privada y no permite la revisión de contratos que perjudican al Estado". Luego adelantó que viene estudiando "la posibilidad de presentar al Congreso una fórmula para debatir la revisión de contratos petroleros y mineros".