PERSPECTIVA. El Gobierno presentó un estudio sobre la manufactura justo cuando comenzaba a recibir críticas por el modesto desempeño del sector. Se podría afirmar que ha aprovechado la oportunidad para mostrar que sí tiene interés en impulsar mejores cifras, pues, como señalamos el lunes pasado, el PBI industrial no ha podido crecer por encima del 6% desde mayo del 2011.La Encuesta de Demanda Ocupacional en la Industria fue anunciada a comienzos de año y se llevó a cabo entre febrero y abril, cuando la confianza de los empresarios se encontraba bien posicionada en el "rango optimista", según la metodología del BCR. Además, la situación de la economía peruana en esos meses era diferente de la actual: los temores de una desaceleración no se han disipado, sino que algunas señales sugieren que vendrán tiempos menos buenos.Sin embargo, es preciso destacar que este esfuerzo va más allá de determinar el número de personas que las empresas industriales piensan contratar, ya que lo más interesante y, posiblemente, lo más útil para el análisis y el diseño de políticas sectoriales, es el tipo de empleo que este sector demanda. Esta información también podría impulsar una actualización en la currícula de los institutos tecnológicos, sujetos a críticas porque no preparan a sus alumnos para las ocupaciones que el mercado requiere.También hay que recordar que se trata del primer sondeo de ese tipo y coincidimos con la Ministra de Trabajo, Nancy Laos -cuyo despacho se encargó del proyecto-, en que se vuelva a aplicar una encuesta similar dentro de unos meses. Es más, el gobierno debe considerar la importancia de ampliarla a otros sectores, por ejemplo el turismo y la gastronomía, puesto que se aprecia una oferta de educación que quizás no provee la calidad que estas actividades, que deben cumplir estándares internacionales, demandan.Finalmente, recomendamos que para la futura segunda encuesta de demanda ocupacional en la industria se realicen mayores filtros, pues resulta paradójico que sean pocas las industrias que demandan profesionales y técnicos, y que entre los puestos más requeridos figuren los de peón de labranza o cosechador de algodón, que tendrían que ser considerados en un sondeo para el sector agropecuario.