LOCAS ILUSIONES QUE LO ALEJAN DE SU PUEBLO
17 de julio de 2013

En medio del escándalo de la luz verde, que por cierto, deja al Gabinete Jiménez por las patas de los caballos, y de cara al tercer año de este gobierno; vale la pena detenernos en una de las ideas que el Presidente Humala ventiló en la entrevista con el Chema Salcedo:"El tema de la baja de los precios de los minerales, lo que hace es que las empresas mineras también bajen su producción porque no hay mercado y eso genera menos caos que afecta las regiones.La minería ya no es la principal actividad que contribuye, hoy día son servicios y comercio. Los conflictos sociales producto de la minería han bajado".El tono de alivio del Presidente por la baja del precio de los minerales, preocupa; cree que a menos producción minera, menos problemas en las regiones, y por lo tanto menos demanda de que su gobierno amague de los incendios.Pero el Presidente no puede estar más equivocado. Una cosa son los conflictos producto del crecimiento, alentados por grupos políticos minoritarios y extremistas y seguidos por gente que reclama parte de esa riqueza; y otra muy distinta los conflictos producto de la escasez, de la falta de trabajo y de la amenaza de volver a la pobreza.Apenas se reduzca el canon minero, el Presidente escuchará los reclamos de los alcaldes y de los presidente regionales. Y si bien podría preguntarles para qué reclaman si ni siquiera han podido gastar el dinero que han recibido hasta el momento, el pretexto político estará al servicio de decenas de mini caudillos en plena campaña electoral.Sin embargo, el grave problema que se le vislumbra a este gobierno seguirá siendo el social. Qué va a pasar cuando la nueva clase media tenga, en cuestión de meses, problemas para pagar las universidades y los colegios de sus hijos; cómo van a reaccionar, miles de ellos, obreros y técnicos muy bien pagados, ante el riesgo de perder su trabajo. Qué va a pasar con los comerciantes que dejarán de venderles. ¡Qué con los centros comerciales!.Hace veinte años, las marchas de los obreros mineros hacia Lima paralizaban la Carretera Central. A fines de los setentas y durante los ochentas, sus enfrentamientos con la policía duraban horas; la cantidad y la organización de las personas que se desplazaban, capturaba todo el centro de la ciudad.La dolorosa imagen de los mineros de Huanzalá, con sus cascos y sus ropas viejas, acompañados de sus esposas y de sus hijos, pidiendo limosna en las principales avenidas, está en nuestra memoria.La recuperación fue extraordinaria, pero una crisis mundial y unas malas decisiones echan todo a perder. El fanatismo político es una cosa y el bolsillo vacío es otra. Humala cometió el error de temblar y ceder ante lo primero, desgraciadamente para el Perú y los peruanos, tendrá que enfrentar el costo de lo segundo.Por eso debe preocuparse en forjar un gobierno capaz de soportar el desorden inevitable. Convocar a un gabinete sólido, con personas coherentes en la defensa del mercado, y solventes en su profesión y en su personalidad, afirma la periodista Cecilia Valenzuela.

  • [El Comercio,Pág. A 6]
  • /