En la mira. La Contraloría General de la República se encuentra examinando las declaraciones juradas de cada uno de los 120 congresistas con el fin de descartar que su patrimonio haya aumentado irregularmente o que se haya falseado la información consignada en ellas. Así, esta entidad podrá determinar si los sospechosos cambios que los legisladores han experimentado en sus bienes entre julio de 2004 y julio de 2005 -señalados ayer por este diario- son indicios o no de alguna actitud dolosa.El contralor Genaro Matute aseguró que se están comparando las declaraciones anuales de cada congresista para ver en cuánto han aumentado o se han reducido sus bienes desde 2001, y que se le pedirá a cada parlamentario que explique estas variaciones.