EVITAR RETROCESO EN LEY DEL SERVICIO CIVIL DEL ESTADO
1 de julio de 2013

NI UN PASO ATRÁS. El debate de la Ley del Servicio Civil en el Congreso se encuentra en peligro de empantanarse en interminables discusiones entre bancadas y, en este caso, entre comisiones dictaminadoras, por causa de un problema de comprensión de lectura. Quienes se oponen al proyecto elaborado por el Ejecutivo -entre ellos varios legisladores oficialistas- creen haber entendido que el espíritu del proyecto es emprender una campaña de despidos masivos.En las calles, los servidores públicos que temen ser las futuras víctimas de esa poco probable política, protestan invocando sus derechos ganados -entre ellos el de, aparentemente, ser intocables y estar exonerados de cualquier evaluación- y ya han anunciado un paro para este jueves. Lo que no queda claro es si estos trabajadores -y quienes los apoyan- tienen conocimiento de que además de derechos también tienen deberes y que ese es precisamente el punto débil que el proyecto original busca reforzar.El Comisión de Presupuesto del Congreso, que hizo suya la iniciativa del Ejecutivo, sufrió su primer revés la semana pasada, cuando el Pleno decidió debatir el proyecto respaldado por la Comisión de Trabajo, cuyas principales diferencias con el primero tienen que ver precisamente con temas de eficiencia. Por ejemplo, elimina la obligación de evaluaciones a quienes ingresaron al servicio público por concurso y descarta los tres meses de prueba para los nuevos empleados.En otras palabras, se estaría pretendiendo prolongar la “intocabilidad” de la que ahora disfruta la mayoría de trabajadores estatales, salvo honrosas excepciones de entidades que sí supieron modernizarse a tiempo y se han esforzado por adoptar las prácticas laborales que, en general, se aplican en el sector privado formal.Afortunadamente, el proyecto original -que está claramente orientado hacia la meritocracia- cuenta con el respaldo del presidente Ollanta Humala y de sus ministros. En casos que exigen una visión de largo plazo como este, será de enorme utilidad que el vocero de la reforma del servicio civil sea el propio mandatario, a fin de generar una posición favorable en la opinión pública. Ya no se puede perder más tiempo.

  • [Gestión,Pág. 20]
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