La Ley de la Consulta Previa ha generado mucha preocupación en el sector empresarial peruano por los efectos que podrían generar en las inversiones.Sin embargo, Paulo Vilca Arpasi, viceministro de Interculturalidad, sostuvo que la norma se va a convertir en una herramienta que garantizará que las inversiones extractivas se hagan con el respaldo de la población."Hay cierta desconfianza porque es un procedimiento nuevo, pero las empresas que deban pasar por este mecanismo van a ganar confianza y no se va a afectar la promoción de inversiones", subrayó a Correo.Vilca también fue claro en asegurar que si algún proyecto de inversión vulneraría a las comunidades, ese proyecto no se realizará. Vilca Arpasi también deslizó que las empresas podrían entregar algunos beneficios a las comunidades donde trabajan para poder encontrar empatía con los pobladores.En ese sentido, adelantó que este año se harán seis procesos de consulta previa y que podrían adicionalmente, las empresas, incluir como socios minoritarios a los miembros de las comunidades, además de crear fideicomisos para el desarrollo de obras sociales.El primer proceso de consulta previa, de este año y del Gobierno, se realizará en el pueblo indígena de Maijuna, que comprende a cuatro comunidades en la región Loreto.