TURBULENCIA EXTERNA PUEDE AFECTAR MÁS DE LO PREVISTO
11 de junio de 2013

PERSPECTIVA. La economía mundial no termina de recuperarse desde que explotó la crisis financiera del 2008, pero los recientes indicios de que se estaría iniciando una recuperación franca en Estados Unidos (EE.UU.) y Japón despiertan esperanzas de que el crecimiento mundial podría recuperar su dinamismo. Sin embargo, al mismo tiempo cada vez hay más evidencia de la desaceleración de la economía China, que es la que ha estado compensando la crisis por la que atraviesan las economías de los países desarrollados. Es necesario tomar con mucha cautela la recuperación de EE.UU. y Japón ya que pueden estar asociados a efectos no deseados sobre economías emergentes (como la de Perú) como los más recientes (alza del tipo de cambio y disminución de los precios de los metales y otros productos de exportación). Aparte del impacto negativo en la demanda y los precios de los metales de la desaceleración de la economía China, a más corto plazo un riesgo mayor puede ser que persista la elevación de la percepción de riesgo de economías emergentes como la nuestra (asociada al mayor rendimiento que están mostrando los bonos soberanos de EE.UU, a consecuencia de la expectativa de que la reserva federal –FED- aumentará su tasa de interés este 18 o 19 de junio), ya que en ese caso podría continuar la tendencia alcista del tipo de cambio (o incluso acelerarse, dependiendo de la magnitud y el ritmo de ajuste al alza de la tasa de la FED). Si bien la confirmación de una recuperación de Japón sería una buena noticia mundial, los insumos y productos que demanda esta economía no necesariamente reemplazarán una probable disminución de aquellos que demanda China (nuestro principal mercado), por lo que habrá que redoblar los esfuerzos para acceder a ese mercado. La buena noticia es que los capitales de largo plazo, como la inversión directa seguirán fluyendo hacia la región y al país, lo cual atenuaría el impacto negativo en el tipo de cambio y en la balanza comercial. Y el BCR cuenta con reservas suficientes para contrarrestar una eventual salida importante de capitales de corto plazo. Sin embargo, es necesario que la política fiscal acompañe evitando un gasto público excesivo y que se preserve el buen ambiente para la atracción de capitales con buenas señales al mercado.

  • [Gestión,Pág. 22]
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