El Gobierno anuncia 24,000 millones de dólares en inversión en energía e hidrocarburos. ¿Será verdad tanta belleza? Pedro Gamio, exviceministro de Energía entre los años 2006 y 2008, comenta los cuellos de botella que, pese a las recientes medidas dadas por el Ejecutivo, siguen desalentando a los inversionistas.Correo: El Gobierno anuncia una avalancha de inversiones, en especial en el sector energía. ¿Esto es creíble? Pedro Gamio: Me parece positivo el esfuerzo por enmendar errores y apuntalar la cartera de inversiones en infraestructura, que tiene actualmente un déficit no menor de 50,000 millones de dólares. Mientras los países desarrollados destinan un 7% de su PBI a infraestructura, nosotros no pasamos del 2%. Si además se postergan los cronogramas, entonces se dan cosas como que el 90% de proyectos que maneja ProInversión es el mismo desde hace cuatro años. Es un cuello de botella que cada vez se hace más crítico, perjudicando la competitividad del país. En el caso de la energía hay, por ejemplo, un retraso en la ampliación del ducto de Camisea. En abril de este año se han iniciado los trabajos, pero resulta que ya está comprometido el 83% de esa mayor capacidad, porque es un proyecto que se viene demorando desde el 2009.C: El eterno conflicto entre el mercado interno y el de exportación...PG: Pero no porque no tengamos gas, sino porque no hemos avanzado en la infraestructura para atender al mercado interno. Lo grave de esto es que exportamos energía limpia y más económica (gas natural), e importamos energía cara y contaminante (diesel). Eso nos lleva al tema del transporte, ya que al sincerarse el precio del gas natural vehicular (GNV), se han desalentado las conversiones. No tiene sentido que exista una brecha tan grande de precios entre el gas del Lote 88, destinado a GNV, y el gas para generación eléctrica. El parque automotor de Lima convertido a GNV no llega al 15% y nosotros tenemos serios problemas de calidad del aire.(Edición domingo).