Una de las propuestas para el cambio de la matriz energética es que los combustibles que más contaminan, como el diésel y los residuales sean los que más impuestos paguen. ¿Para qué? Para reorientar el consumo energético al gas natural. La propuesta fue hecha en setiembre por una comisión creada por el Gobierno que planteó medidas orientadas a cambiar el perfil energético que tiene el Perú, que consume principalmente derivados de petróleo que debe importar hacia combustibles que sí puede obtener localmente como el gas natural, GLP y las gasolinas.La recomendación era: "Consumir más combustibles que tenemos y desincentivar el consumo de aquellos que no poseemos". Sobre todo si se tenía en cuenta que cerca del 50% del parque automotor utiliza diésel, que es un derivado de petróleo.En ese sentido, el Gobierno habría aceptado la propuesta y aplicaría gradualmente una política de desincentivo al consumo del diésel y de residuales del petróleo, a través de un aumento gradual del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC). El ministro de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, señaló que la próxima eliminación de los aranceles a la importación de los combustibles sería el momento que aprovechará el gobierno para gradualmente elevar la carga tributaria al diésel y de los residuales.