ES TIEMPO, AÚN PODEMOS RECOBRAR LA CONFIANZA
24 de mayo de 2013

ACCIÓN. De pronto se ha instalado en el país una suerte de circo electoral, cargado de acusaciones de uno y de otro lado, a raíz de la persistencia del Gobierno por no zanjar asuntos tan sensibles, como la posibilidad de que la primera dama sea candidata a la Presidencia de la República, por las raras actividades económicas de ex mandatarios y otros políticos, y por las denuncias de espionaje contra periodistas que desempeñan labores de investigación.El drama es que el Perú, hasta ahora muy reconocido internacionalmente por haberse encaminado por la senda del crecimiento económico, aceleradamente está perdiendo la poca institucionalidad que había reconstruido, lo que podría generar un desgobierno de consecuencias que ahora no deseamos imaginar.La confianza está cayendo, se está reduciendo la certeza de que nuestros gobernantes nos están conduciendo por el camino que ha fortalecido nuestra economía, justamente porque repentina y casi subrepticiamente se intenta modificar las reglas de un juego que ha demostrado ser bueno. A esto se tiene que añadir la impericia y terquedad de quienes tienen la obligación de volver a poner el suelo parejo. Incluso, el presidente de la República debe negarse a mantener una práctica que lo está perjudicando y, por ende, hacer daño al país. Ya es hora de que aclare que su esposa no será candidata y de esta manera sacar las castañas del fuego, terminando con este mortificante y peligroso juego.Pero la confianza también se recobrará si los que están en la otra vereda muestran sus acciones con transparencia y permiten la fiscalización de fiscales y congresistas. Lamentamos que ex presidentes y otros políticos como el ex alcalde de Lima y el alcalde de Trujillo estén implicados en denuncias de presuntos actos de corrupción. Por ello, reclamamos transparencia, que abandonen la estrategia de dar enredadas explicaciones porque generan más dudas y asientan la idea popular de que son indispensables aquellos que roban pero que hacen obras.En tanto, la prensa tendrá que seguir haciendo su papel, denunciando lo incorrecto y difundiendo la verdad.

  • [Gestión,Pág. 20]
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