LOS PEONES Y LA REINA
22 de mayo de 2013

El lunes la oposición venezolana hizo pública una conversación entre Mario Silva, un operador político del chavismo y un agente de la inteligencia cubana que evidentemente preparaba un informe para sus superiores. El contenido del audio, no ha sido negado; al contrario, a través de un comunicado el venezolano ha anunciado que cierra su programa y viaja a Cuba y que él solo le debe lealtad al Comandante Chávez y a la revolución.Una revolución tan descompuesta que ha empezado a filtrar alta información de inteligencia, de interés para toda la región. Gracias a una de esas filtraciones, esta columnista pudo conocer detalles de una conversación que habrían sostenido Ollanta Humala y Raúl Castro en La Habana, en enero pasado, cuando el presidente del Perú viajó a interesarse por la salud de Chávez.Según esta versión, el viaje se organizó a iniciativa de Pável Díaz, un funcionario de la embajada de Cuba en Lima, por cierto, muy cercano a Ángel Heredia, hermano y operador político de la Primera Dama. La versión sostiene que una vez en La Habana, Raúl Castro se dio el lujo de reclamarle a Humala por la salida de Salomón Lerner y su gente del gobierno del Perú; así como por el distanciamiento de los izquierdistas que dejaron la bancada de Gana Perú en el Parlamento a mediados del año pasado. A lo que, según la misma fuente, el Presidente Humala respondió: "He sacrificado a los peones para proteger a la reina". La misma versión afirma que durante la conversación que terminó de manera efusiva, Ollanta Humala le aseguró a Raúl Castro que él nunca había dejado de ser de izquierda.Los sucesos internacionales que sobrevinieron a la visita de Humala a Cuba, siguieron, en efecto, esa línea política -y la línea se extendió hasta la intención de comprar los activos de Repsol- y aunque más adelante las preferencias de la opinión pública peruana reubicaron al Presidente en el centro, nadie está en condiciones de adivinar el sentido de la próxima movida que vaya a querer hacer con la "reina".El gobierno cubano y la cúpula castrista priorizan su sobrevivencia económica y utilizan la fidelidad de los intelectuales de la izquierda latinoamericana para sostener organismos que le son convenientes como UNASUR y el CELAC. No olvidemos lo que la izquierda que estuvo inicialmente en el gobierno negoció con Humala a la salida de Lerner: la Cancillería, las embajadas políticas en América Latina y la Comisión de RR.EE del Congreso. No el ministerio de Inclusión Social ni el de La Mujer para servir a los pobres. Cuando el Perú votó por Raúl Castro para la presidencia del CELAC y UNASUR legitimó a Maduro, entendimos el por qué.Y aunque esa izquierda ha dejado de serle prioritaria al gobierno de Cuba, sus operadores mantienen a la otra, a la izquierda radical azuzando el descontento social. Las fuerzas de izquierda peruanas dependen económicamente de Venezuela y políticamente de Cuba. Los movimientos que alientan la protesta en el país están estrechamente influidos por agentes cubanos y el costo es la desaceleración de la economía nacional que estamos sufriendo, señala la periodista Cecilia Valenzuela.

  • [El Comercio,Pág. A 7]
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