El Perú depende fuertemente de las exportaciones mineras, que en el 2012 representaron $26 mil millones de un total exportado de $46 mil millones, o sea, casi 57% del total. Las exportaciones sin duda nos han permitido financiar una buena parte del auge de inversiones que ha tenido el Perú en la última década, que está reflejado en el fuerte aumento de las importaciones, sobre todo de equipos e insumos en el mismo periodo. El aumento de nuestras exportaciones, que estaban en menos de 8 mil millones en el 2002, hasta un promedio de 46 mil millones en el 2011 y 2012, ha contribuido tremendamente al crecimiento de la economía. Ahora, la recesión en Europa y la lenta recuperación en Estados Unidos vienen poniéndole paños fríos a los precios de los metales, y por ende al crecimiento exportador. Por supuesto, China sigue siendo un comprador muy dinámico de metales básicos, pero su economía se ha frenado significativamente en el último año, bajando de un crecimiento extraordinario de alrededor de 10%, al nivel actual de más o menos 7.5% a 8%. Esto no parece una crisis, pero sí, junto con Europa y Estados Unidos, ha afectado el precio de los metales básicos. El cobre ha estado alrededor de $4 la libra hasta el año pasado, pero hoy está más cerca de $3. El oro, nuestra segunda exportación, sufre de la percepción (equivocada) de los mercados financieros de que no habrá inflación a pesar de la inmensa expansión monetaria de los bancos centrales de Estados Unidos y Europa. Y el zinc, un metal típicamente industrial, que es nuestra tercera exportación minera, está sufriendo. El resultado de todo esto es que no podemos contar con un sector minero tan boyante como aquel al cual nos habíamos acostumbrado en los últimos años. Además, la falta de claridad en políticas gubernamentales tributarias y sociales frente a la minería, ha contribuido a reducir la producción de oro, aunque felizmente la producción de cobre sigue creciendo de manera importante.Sigo creyendo que el gran motor del crecimiento en el Perú ha sido la combinación de una población joven y emprendedora con buenas políticas económicas. Estos dos fenómenos seguirán. Pero debemos acostumbrarnos a la idea de que los ciclos económicos siempre están ahí y que muy probablemente los próximos meses no serán fáciles. Por esa razón, esas proyecciones económicas rosadas y demasiado exactas, como una reciente proveniente de Washington de que el crecimiento del año entrante será de 6.1%, deben verse con gran escepticismo. ¿Qué hacer? Mientras el mundo se va arreglando, proceso que puede tomar algunos años, debemos concentrarnos en destrabar los obstáculos a la inversión. Hay miles de millones de dólares de inversión que están trabados en el sector petrolero, el minero y en infraestructura. Cada gobierno habla de agilizar la burocracia y destrabar los obstáculos, pero al final eso requiere definiciones claras. Entre los temas esenciales, citemos algunos:Hay por lo menos 20 lotes de exploración petrolera cuyos contratos no se definen.¿Quién se acuerda de Conga? ¿Adónde está Quellaveco? Estos son proyectos inmensos que no dependen solo de decisiones internas en el Perú, sino también de los mercados internacionales.¿Qué va a pasar con Las Bambas? El gobierno chino estaría forzando a Glencore/Xstrata a vender esta mina en el Perú, que está a punto de iniciar su construcción. El gobierno peruano debe tomar cartas en este asunto y no dejarse empujar fácilmente. El tema en China es si la fusión de Glencore con Xstrata crea "dominio" en las ventas de cobre a ese mercado, pero las consecuencias son aquí. Los principales vendedores de cobre a China son Codelco y otras minas en Chile. ¿Acaso el gobierno de China les ha pedido a los productores chilenos que vendan minas?El Gobierno ha anunciado varios programas de agua potable. Ello es muy positivo, pero ¿cuál es el plan y sus fechas? ¿Hay un calendario? ¿Ya se iniciaron las licitaciones de las obras?Siempre hay la tendencia de estar satisfechos con nuestro progreso, máxime cuando vienen al Perú importantes conferencias que resaltan nuestro éxito. Pero no nos durmamos sobre nuestros laureles, porque alrededor nuestro hay bastante tormenta, señala Pedro Pablo Kuczynski. (Edición domingo).