Los encantos cariocas parecen haber afectado positivamente las relaciones bilaterales entre el Perú y Chile. Y es que pese a que ninguno de los dos países está dispuesto a dar su brazo a torcer, el canciller Manuel Rodríguez Cuadros y su homólogo chileno Ignacio Walker acordaron ayer que el diferendo sobre la frontera marítima les compete solo a Perú y Chile, y que los diferentes puntos de vista sobre el mismo no mellarán las relaciones entre ambos países. "Vamos a seguir manteniendo este asunto en cuerdas separadas del resto de la relación, respetando su naturaleza jurídica", señaló Rodríguez Cuadros luego de la reunión bilateral que sostuvo con Walker, en el marco de la XVIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río.