Un experto en energía que pidió no ser identificado especuló que la verdadera intención del Gobierno Peruano es "adquirir el 51% de los activos de Repsol, para administrar sus grifos". Ello puesto que "ninguna empresa privada o estatal querría comprar una refinería que brinda una rentabilidad de solo 1% o 2%". Para cualquier privado sería una carga muy grande operar una refinería como La Pampilla, que necesita una inversión de US$2.000 millones para ser modernizada. Por ello, una posible explicación es que no hay otro comprador para la refinería que el propio Estado. Su precio no superaría los US$400 millones.