La declinación del oro puede dar a los bancos centrales más motivos para volcarse al camino de la flexibilización de la política monetaria que contribuyó a impulsar el precio del metal en un primer momento.Entre las muchas explicaciones para la mayor caída en más de 30 años aparecen: una cuarta sorpresa negativa global con datos decepcionantes desde China hasta EE.UU, mientras que los inversores retiran apuestas a que el estímulo monetario terminará por generar inflación. Otras razones para la caída van desde la opinión de que el precio alcanzó los llamados niveles técnicos hasta el temor a que Chipre pueda llevar a los países endeudados a vender sus reservas del metal.