Creyente soy del rol de las empresas estatales en una economía de mercado abierto y no solo cumpliendo un rol subsidiario. Lo he expresado más de una vez en artículos periodísticos y en declaraciones a diversos medios de comunicación. Pero eso no significa que me convierta en obsecuente defensor del Estado empresario cuando no hay racionalidad económica, estratégica o social que la sustente. Menos lo seré cuando las reglas de la libre competencia se ponen en riesgo, ya sea porque se va a configurar una posición monopólica o dominante del mercado o si existe una entidad gubernamental que deba velar por el correcto funcionamiento del mercado, que sea débil, no especializada o sometida al poder político de turno. Hago estas aclaraciones a raíz de la noticia proveniente de una agencia internacional reputada, sobre una oferta de compra que habría hecho la estatal Petroperú S.A. a Refinería La Pampilla S.A. (Relapasa) y Solgas S.A., ambas de propiedad mayoritaria de la alicaída española Repsol; hecho que amerita tomar posición objetiva, libre de apasionamientos dogmáticos de derecha o izquierda. Varios son los puntos que se requieren conocer para dar opinión, alguien a nombre del gobierno debe responder por la propuesta anunciada. Opino que el encargado debe ser el ministro de Economía y Finanzas Miguel Castilla. La razón es sencilla, aquí se van a utilizar recursos billonarios, que pueden pertenecer a la caja fiscal o provenir de endeudamiento o a una mezcla de ambas fuentes. No corresponderá a Ollanta Humala o sus parlamentarios o sus áulicos, sustentar la operación, pues lo que digan solo contendrá mensaje político, pero no tendrá sustento técnico. Tampoco será persona calificada para argumentar, el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, cuya orfandad de conocimientos sobre el sector energético, económico y financiero es manifiesta. Por ello es mi emplazamiento directo al señor Castilla, que además de su responsabilidad en el manejo de las arcas estatales, es miembro de la junta general de accionistas de Petroperú, señala César Gutiérrez.