Un contingente policial acordonó la nueva localidad de Morococha, asentada en el paraje Carhuacoto, para resguardar el orden ante la persistente actitud beligerante de un grupo de pobladores que se resiste a evacuar el antiguo pueblo y así dar paso a la explotación del asiento minero Toromocho."La policía no nos deja ni pisar la nueva ciudad", manifestó el alcalde de la Municipalidad de Morococha, Marcial Salomé Ponce, quien en el 2011 denunció que el traslado era autoritario.La nueva ciudad fue construida por la empresa minera Chinalco en Carhuacoto, adonde ya se trasladó la mayor parte de la población.