El tema del clúster minero es de suma importancia para el desarrollo del Perú, y ello demanda su mejor conocimiento. Michael Porter llama clúster a la concentración geográfica de empresas (de igual o semejante actividad), cuya dinámica de interacción (Estado - educación - empresas) se traduce en aumento de la productividad, reducción de costos, aceleración del aprendizaje y amplia difusión del conocimiento. Para promover los clústeres (como en Chile, Australia o Canadá, en los casos mineros) son necesarias claras y firmes "políticas y estrategias de desarrollo". Los clústeres deben saber que el desarrollo social es el objetivo, porque no pueden existir negocios exitosos sin una sociedad saludable. No hay crecimiento sostenido con pobreza, mala salud, desnutrición y bajo nivel educativo, con localidades que ocupan los últimos lugares en el Índice de Desarrollo Humano. El ex ministro de Economía, Luis Carranza, manifiesta que no hay incompatibilidad entre disponer de recursos y convertir al país en uno desarrollado. Ejemplo, en Chile las exportaciones vinculadas a recursos naturales representan más del 80%. En el clúster minero de Antofagasta hay 25,500 empresas, articuladas directa o indirectamente a la actividad minera.Pero hay personas que no alcanzan a percibir el verdadero potencial de un clúster minero en Perú, escribiendo artículos sin sustento alguno. No se debe solo mirar el encadenamiento productivo (transformación de productos), sino enfocar el clúster en todo aquello que se necesita para realizar la actividad minera, donde hay comprador seguro y demanda en nuestro propio país. Es decir, trabajar en los bienes y servicios que necesita la propia minería. Son conocidos y estudiados muchos clústeres como el informático de Silicon Valley en California, el Madrid Network, el Napa Valley, el Bangalore en la India. Pero también concitan interés los clústeres mineros de Australia, Canadá y Chile (Antofagasta), que pueden replicarse en el Perú, en zonas con alto potencial como Moquegua, Cajamarca y Apurímac, sin que Arequipa y Áncash dejen de tener una clara oportunidad para lo mismo. Las posibilidades son reales y concretas, afirma Álvaro Díaz Castro, abogado en Derecho Empresarial y Minero.