Un escándalo de proporciones está a punto de estallar en la todavía primera empresa peruana, la estatal PetroPerú, siempre y cuando la Contraloría General de la República cumpla con su responsabilidad de hacer la investigación sobre un funcionario del que dependen muchos otros a los que ha ido colocando o moviendo en puestos claves desde la Gerencia de Recursos Humanos, y que estaría adeudando alrededor de 5.2 millones de soles por impuestos no pagados. El caso es más grave aún porque según versiones oficiosas del interior de la empresa el señor Ángel Arévalo Mendoza habría sido fundamental en los recientes cambios en las gerencias para desandar lo hecho durante la presidencia de Humberto Campodónico.(Edición domingo).