PANGUANA, UN PARAÍSO AMENAZADO POR LA MINERÍA
10 de febrero de 2013

En Huánuco, durante los últimos 30 años miles de hectáreas de bosques ya han sido degradadas, primero por la agricultura y, sobre todo, por la intensa actividad ganadera. La presión minera informal busca ahora extender aun más el desastre.Panguana es uno de los últimos respiros de la región: aquí basta caminar diez minutos para encontrar una especie casi extinta en la Amazonía, un enorme y centenario árbol de caoba en pie. Un milagro para quienes siempre lo hemos visto ya listo en trozos para el mercado ilegal.Si varias zonas de Madre de Dios son el final de una historia de desastres ambientales causados por la minería aluvial, lo que ocurre en Puerto Inca resume el inicio de la devastación. Desde el año pasado el número de petitorios mineros se ha incrementado y, aunque carezcan de autorización para trabajar, este único documento les basta a los mineros ilegales para ingresar su pesada maquinaria y comenzar a explotar. Hace dos semanas se incautaron seis máquinas, pero quedan más y muchas de ellas ya están operando (destruyendo).La fiebre aurífera no es reciente en Huánuco. Desde los años sesenta decenas de aventureros llegaron buscando oro. "Usaban sus bateas para extraer el metal, pero lo que quieren hacer ahora es destruir los bosques, las máquinas generan un impacto irreversible", denuncia Koepcke. Aún hoy es posible observar a mineros artesanales a lo largo de varias quebradas, pero también, a hora y media de camino, uno encuentra dragas, retroexcavadoras y cargadores frontales que remueven toneladas de tierra.El difícil acceso a Panguana ha garantizado su protección. Este año, sin embargo, empresarios mineros chinos convencieron a las comunidades asháninkas de la zona sobre la necesidad de construir una carretera que penetre Panguana, cerca de donde ellos tienen un petitorio minero. La maquinaria fue incautada, pero el alcalde distrital de Yuyapichis pretendió definir el trazo de esta carretera en una reunión comunal, sin estudios técnicos ni especialistas.La amenaza es tangible. Hasta ahora la Dirección Regional de Minería de Huánuco no suspende el pedido de concesión formulado sobre esta área de conservación.(Edición domingo).

  • [El Comercio,Pág. A 20]
  • /