En una situación en la que existe la amenaza de una escasez de agua, los enfrentamientos entre el Ministerio de Vivienda, Costrucción y Saneamiento y la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) no parecen ser un buen referente de cómo está el sector para enfrentar un eventual desabastecimiento.Y es que mientras la Sunass reclama que existe un criterio político en la gestión de la mayoría de Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento (EPS), el ministerio indica que se está satanizando la gestión de estas empresas que se encuentran prácticamente en crisis. Así, el titular de este sector, Rudecindo Vega, señaló que el problema de estas empresas sobrepasa el hecho de pensar que existe interferencia política en su gestión."No estamos reconociendo el esfuerzo que hacen los alcaldes de las provincias del país para dotar de agua y desagüe a sus poblaciones. Son empresas del Estado y empresas municipales que están quebradas, hay que ayudarlas y no condenarlas", señaló.