Modernizar por partes la refinería de Talara no sería rentable para el Estado, señalaron diversos especialistas en hidrocarburos consultados por El Comercio.El titular de Energía y Minas, Jorge Merino, ha revelado hace pocos días que el Gobierno dio marcha atrás en el proyecto integral de modernización de la refinería, valorizado en US$3.450 millones.En vez de ello, adelantó que Petro-Perú se abocará exclusivamente a la construcción del principal componente de la obra: la planta de desulfuración valorizada en US$900 millones, que permitirá producir combustibles con menor cantidad de azufre.La decisión fue tomada en respuesta a la inflación de costos experimentada por el proyecto, que pasó de US$500 millones hace diez años, a US$3.450 millones en noviembre último. En opinión de Pedro Gamio, ex viceministro de Energía, el desarrollo por partes del proyecto no resolverá el problema integral de la refinería. "Si solo se construye la planta de desulfuración, Petro-Perú se la pasará requiriendo constantemente de una reforma mayor, porque el diseño actual de Talara ha sido superado tecnológicamente por otras refinerías y ya no es competitiva", sostuvo. Precisó que urge definir el plan estratégico de Petro-Perú, pues las marchas y contramarchas en la modernización de Talara han contribuido a disparar los costos del proyecto.Según Jaime Quijandría, ex ministro de Energía y Minas, el Gobierno es libre de emprender la modernización de Talara de una forma u otra, pero lo que no puede hacer es "andar en círculos".Señaló que en su momento Petro-Perú descartó la posibilidad de emprender la modernización por partes. Así las cosas, tiene poco sentido que el Gobierno se plantee hipótesis que él mismo ya ha desechado, dijo el especialista.