En Lambayeque estalló ayer el primer conflicto social del año.Mientras el Gobierno anunciaba a través de un comunicado el "éxito" de la instalación de una Mesa de Desarrollo para apaciguar las protestas contra la minera Candente Copper, el caos se apoderaba del distrito de Cañaris.Agentes del orden usaron gases lacrimógenos para evitar que unos 400 comuneros, provistos de palos, piedras y látigos, tomaran el campamento del proyecto Cañariaco de la minera Candente.Luego de ser repelidos, se ubicaron a unos 500 metros del proyecto para pernoctar en los alrededores hasta "que la empresa retire a los trabajadores y su maquinaria".Es más, advirtieron que no tendrán reparos en enfrentarse a las fuerzas del orden.