Casi sin darnos cuenta, las mujeres se han instalado en la política peruana asumiendo un papel de protagonista, lo cual constituye una muy buena noticia.Alentada por el buen viento que ciertamente traerá el muy probable triunfo -en segunda vuelta- de Michelle Bachelet en Chile, en el Perú Lourdes Flores sigue encabezando las tendencias electorales y, si no comete un error garrafal de última hora, podría convertirse en la primera presidenta de nuestra historia.Flores no es la única candidata presidencial pues Perú Posible acaba de designar a la empresaria Jeanette Enmanuel para representarlo en esta competencia.Que las mujeres han ganado presencia política se constata en que no hay partido que hoy pueda darse el lujo de no contar con alguna en su plancha. En la del Apra se vocea a Susana Pinilla, en la fujimorista a Martha Chávez y Luisa María Cuculiza, Susana Villarán del PDS podría ocupar un lugar preponderante en alguna alianza, y Valentín Paniagua ha señalado que de todas maneras lo acompañará una.La positiva irrupción de la mujer en la política peruana se ha visto reforzada por el liderazgo electoral que está ejerciendo Flores, lo cual ha obligado a los otros partidos a tratar de contrarrestar este fenómeno mediante la incorporación en su plancha de personas de su mismo género, así como mediante el establecimiento de una agenda que beneficie a las mujeres, tal como lo ha hecho Alan García.Asimismo, el electorado femenino para estarse interesando en candidatas de su mismo género, lo que se constata en el respaldo del electorado femenino que está recibiendo Lourdes Flores.Sin embargo, como han anotado algunos expertos en campañas electorales latinoamericanas, las mujeres suelen desempeñarse mejor en las encuestas que en las urnas pues, con frecuencia, se desinflan en los últimos 100 metros de la carrera.Al margen del resultado de la próxima elección, sería importante que este impulso de la participación de la mujer en la política sirva para la concreción de una agenda que contribuya a la igualdad de oportunidades con el hombre, señala el director de Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich.