GASODUCTO, SÍ O SÍ PERO ¡BIEN HECHO!
14 de enero de 2013

El jueves, el presidente Humala firmó dos dispositivos que encargan a ProInversión promocionar la inversión privada para ejecutar diversas obras. Se ha etiquetado como "gasoducto" lo que en realidad comprende varias obras:(1) Un gasoducto y un poliducto desde Las Malvinas hasta la estación de Compresión de Chiquintirca (Ayacucho). Estas dos obras recorrerían unos 200 km, y serían el sistema "alterno" al gasoducto y poliducto que hoy opera la empresa TGP. Esta obra sí parece prioritaria, pues permite tener un sistema de transporte de gas y líquidos "redundante" al que hoy opera la empresa privada. En la eventualidad de un corte de la infraestructura principal, entra a operar el sistema secundario. Hoy, el principal es vulnerable y una interrupción dejaría sin gas natural a las centrales térmicas de Chilca, a las industrias y hogares de Lima. El reto es cómo asegurar rentabilidad al inversionista para justificar su construcción. (2) Un gasoducto y un poliducto desde Las Malvinas hasta Anta (Cusco). Estos ductos recorren 170 km y repetirían el trazo del proyecto Kuntur (Odebrecht). El poliducto permitiría llevar al Cusco los condensados extraídos con el gas natural, para lo cual sería necesario construir una planta de fraccionamiento, similar a la que opera Pluspetrol en Pisco, pero de escala menor. Como los condensados representan la "carne" del negocio del gas, es posible que esta obra genere interés a los inversionistas. Respecto del gasoducto, en tanto se vayan creando las condiciones para su masificación domiciliaria, industrial y vehicular en el sur, se podría usar para generar electricidad en Cusco, para lo cual sería necesaria una central térmica en Quillabamba. El Gobierno estaría pensando en una de 200 MW para poder usar el gas natural. Esto ya fue evaluado por el gobierno de Alan García, pero fue descartado por el elevado costo de producción. Creo que no se debe descartar la idea, pero hay que estudiarla bien. (3) Un gasoducto de Anta (Cusco) hasta "la costa sur del país". Este gasoducto recorrería alrededor de 800 km. ¿Qué justificaría construir una infraestructura tan extensa, que sea atractiva para los privados? El Gobierno apuesta por el desarrollo de un polo petroquímico y la utilización del "etano". Esta es quizá la propuesta menos clara del Gobierno. Extraer el etano del gas natural puede costar entre US$ 600 y US$ 800 millones. Primero, hay que promover el interés por la petroquímica, cosa que hoy resulta más difícil que hace pocos años por la abundancia de gas esquisto en diversas partes del mundo. Además, está el creciente rol que el Estado quiere asignar a Petroperú. Qué inversionista va a querer ser forzado a asociarse con una empresa estatal que no tiene un plan estratégico coherente, afirma Jaime A. Pinto.

  • [Gestión,Pág. 20]
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