La oposición a la minería fue la causa más frecuente de las protestas este año. En Conga y Espinar los enfrentamientos terminaron con la vida de ocho personas. Mientras que la construcción de un aeropuerto enfrentó a los pobladores de una misma región. Pero la batala más dura que tiene el Estado la viene librando en el Vraem, donde los ataques y hostigamiento a las bases son constantes.