Frente a algunas discrepancias entre el Gobierno y Kuntur (Odebrecht), tales como el crédito puente, la asignación discrecional de volúmenes de GN, etcétera, el Estado decidió cambiar de estrategia a partir de julio del 2012, luego de haber explorado y descartado alternativas como el etanoducto por la costa.Esta nueva estrategia consiste en un esquema de licitaciones competitivas para el desarrollo del Gasoducto Sur Peruano como un proyecto integral, impulsando un nodo energético, un polo petroquímico en el sur del país, un sistema de gas natural (GN) en dos tramos de los ductos actuales de Camisea (redundancia al sistema existente) y una planta de regasificación. Para entender mejor el esquema de este proyecto, se tienen que considerar los siguientes puntos: 1) Parte del abastecimiento de GN será garantizada con la asignación de 2 Trillion Cubic Feet (TCF) de los yacimientos de Camisea, en particular del lote 88.2) La generación eléctrica a base de GN (200 MW en Quillabamba y más de 1,500 MW en Ilo) y la petroquímica del etano serían los principales componentes de la demanda potencial del proyecto, para que actúen como offtakers iniciales, de manera similar al esquema que se armó en la licitación inicial de Camisea. 3) La inversión en el gasoducto se estima en por lo menos US$ 1,800 millones (US$ 1,000 millones para el tramo I desde Malvinas hasta Anta y US$ 800 millones para el tramo II desde Anta hasta Ilo). 4) Para mejorar la viabilidad del proyecto del gasoducto se establecerá un esquema de garantías público-privadas para ambos tramos: en el caso del tramo I con un cargo de seguridad (mediante la tarifa eléctrica) y la demanda de GN de la central térmica de Quillabamba, y el tramo II por la demanda del complejo energético del sur mediante la compra a firme de GN que realice Electroperú, la compra de etano por parte de Petroperú, los cargos de seguridad y tarifa de transporte de GN.En resumen, si bien es cierto que se disminuiría la incertidumbre con respecto al abastecimiento de GN (al menos en el primer tramo) y de la demanda (por esquemas de garantías), la estrategia puede implicar una mayor inversión y plazo de implementación que el deseado por el Gobierno. Además, se genera la necesidad de desarrollar un agresivo proceso de promoción de inversión privada, a fin de atraer postores de clase mundial que puedan ejercer un efecto competitivo sobre las posibles propuestas de Kuntur, señala Wilson Peña Tello, analista económico de Macroconsult.