Petróleo Brasileiro S.A. este año perderá un récord de US$ 8,000 millones en su división de refinación en tanto la batalla de la presidenta Dilma Rousseff contra la inflación implica que la compañía estatal debe vender gasolina importada por debajo de su costo.Al carecer de capacidad de refinación para satisfacer la demanda, Petrobras incrementó las importaciones de gasolina 65%, y los vende un 8% menos que su costo.