NO SE APRENDE A GASTAR, TAMPOCO A GESTIONAR
14 de noviembre de 2012

TAREA PENDIENTE. Hasta el pasado 31 de octubre, el Ministerio de Salud (Minsa) apenas había ejecutado el 23.8% de los S/. 600 millones que tiene asignados para proyectos de inversión. Este portafolio ocupa el penúltimo lugar en cumplimiento, solo por delante del Ministerio de Defensa, otro sector que a lo largo de los años ha destacado por la poca importancia que le otorga a la formación de capital.Volviendo a la salud, resulta preocupante constatar que el Estado sigue sin tomar nota de que la pobreza no solo debe medirse en términos monetarios sino también en los niveles de acceso a condiciones de vida dignos, entre los cuales contar con servicios de salud apropiados es un factor de primer orden. Y esa función les corresponde a los tres niveles de gobierno, pues generalmente se responsabiliza al Gobierno Nacional -aunque en el caso del Minsa, las deficiencias son claras-, cuando los gobiernos regionales y locales no logran superar sus dificultades para gestionar su gasto. Una prueba de que una buena situación económica no se traduce en mejores condiciones de vida es lo que ocurre en los departamentos mineros. La inversión en este sector no se detiene y la producción se mantiene robusta, lo cual se traduce en más ingresos y, en consecuencia, una mayor recaudación de impuestos. ¿Dónde va a parar ese dinero? Pues precisamente al Gobierno Nacional y los gobiernos regionales y locales. Estos últimos disponen de recursos del canon que, según ley, deben destinarse a proyectos de inversión pública.El Gobierno pasado comenzó a transferir funciones de gasto a los niveles subnacionales, pero cometió un grave error al hacerlo sin preocuparse por capacitarlos. Ya van a cumplirse cinco años y las cosas no mejoran. Según la ONG CooperAcción, menos de la mitad de la población de Huancavelica (47.6%) tiene seguro de salud y el 17.1% de la de Cajamarca es analfabeta. Y estos dos departamentos encabezan la lista de desnutrición crónica infantil.Esta paradoja lleva demasiado tiempo sin ser solucionada. Un buen número de empresas mineras está haciendo más que pagar impuestos, pero lamentablemente el Gobierno continúa haciendo menos de lo que por ley está obligado. ¿Quién estará dispuesto a liderar una verdadera transformación?

  • [Gestión,Pág. 18]
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