ASÍ ESTÉ DE SEDA, MOVADEF SIEMPRE ES SENDERO
12 de noviembre de 2012

DEMOCRACIA. Las razones por las que el Movadef posee mayor presencia de la que merece tienen directa relación con la despreocupada actitud de las autoridades, principalmente del Poder Ejecutivo, pero también de otros niveles del Estado, frente a las acciones que desarrolla ese movimiento que actúa como brazo político de Sendero Luminoso. Si no es así, hace mucho el Gobierno hubiera puesto en marcha un plan para impedir el crecimiento de esa organización, que ahora actúa sin personería jurídica ni reconocimiento de ninguna entidad oficial. Además, la Cancillería bien hubiera podido desarrollar una estrategia para bloquear los intentos de Movadef por lograr su reconocimiento internacional.Hoy, la inacción permite a que Alfredo Crespo, presidente de esa organización y declarado seguidor de Abimael Guzmán Reynoso, preso por los crímenes que durante dos décadas ordenó en el país, exprese públicamente una ideología que reivindica al asesinato político como el instrumento para hacerse del poder.Creemos que todo el que ha jurado obediencia a un programa que se sustenta en la violencia, y que reivindica ese compromiso en todo escenario público o privado, tiene que ser declarado fuera de la ley. A fin de cuentas, la democracia tiene el derecho de protegerse, y los ciudadanos, que comienzan a gozar los albores del crecimiento económico, de vivir en paz.Claro está que en las acciones para defender a la democracia, que justamente violentistas como Crespo llevaron a que casi la perdamos, tienen que estar comprometidas todas las autoridades, pero también los miembros de cada uno de los organismos que representan a la sociedad. Ahí tienen que estar los empresarios, los trabajadores, los profesionales, las universidades y cuanta entidad esté convencida de que Sendero Luminoso representa la negación de nuestra historia.Tenemos que operar, utilizar las armas que nos brinda la legalidad para oponernos a los que intentan encontrar rendijas en el ordenamiento democrático para instalarse dentro de él, y luego, cuando digan que las condiciones están dadas, intentar destruirlo. Actuemos, porque este es el momento para derrotar democráticamente a los violentos.

  • [Gestión,Pág. 22]
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