Hemos manifestado en repetidas oportunidades que resulta trascendental, en todos los ámbitos, económico, político y social, continuar con una política de Estado que permita llevar gas al sur de Perú. La experiencia regional nos señala que en casi todos los casos, este tipo de emprendimientos se abrevian solamente si se consideran como proyectos estratégicos de infraestructura (carreteras, línea férrea, etc.). Es decir, el impulso y/o las garantías son necesarios de parte del Estado para lograr que el Gasoducto Andino del Sur (GAS) se concrete. Este cordón umbilical permitirá acelerar demanda, reservas y producción.El gasoducto Bolivia-Brasil fue concebido bajo esta modalidad y hoy es un proyecto altamente beneficioso para ambos países. Entre 1995/1996, cuando se dan las negociaciones para construir el gasoducto, las reservas de Bolivia eran de 3.75 TPC, cuando se necesitaban 7.2 TPC para los 20 años. Peor aún, la demanda era inexistente, pero el gasoducto permitió que la misma también se acelere. En el 2006/2007 el gasoducto operaba a plena capacidad de 1,050 MMpcd. Varios otros ejemplos regionales existen y la dinámica del huevo o la gallina puede aplicarse muy bien al gas natural.Creemos muy seriamente que el GAS no será una realidad o su construcción demorará varios años más si el Estado no diseña un mecanismo ingenioso para incentivar su construcción. La demanda y oferta serán mera consecuencia. Entendemos que la piedra está muy caliente para el actual Gobierno y el ministerio del ramo. Creemos, empero, que dada la importancia del GAS, podrían ponerse en manos del Congreso las siguientes alternativas:1) Que el Congreso autorice comprar los derechos a Kuntur. Se tienen importantes avances en ingeniería, derechos de vía y consulta previa, y el GAS sea licitado nuevamente bajo un esquema de concurso público que incluya garantías (léase GRP) y que aceleren su construcción. 2) Que el Congreso autorice un proyecto paralelo al de Kuntur bajo concurso público con incentivos (léase GRP), pero entendiendo que esto demorará de uno a tres años más su inicio por los derechos de vía, estudios ambientales y consultas que se requieren. 3) Que el Congreso autorice al MEM y/o Osinergmin para que bajo estricta regulación se proceda a cambiar la concesión de Kuntur y se entreguen los incentivos para que el gasoducto se concrete, señala Álvaro Ríos Roca, socio director de Gas Energy.