GESTIÓN PÚBLICA: SHOCK ANUNCIADO ES INSUFICIENTE
2 de noviembre de 2012

POSITIVO. Con algunas excepciones la gestión pública es deficiente en los diversos niveles del Estado, en particular en lo que se refiere a la facilitación para inversión (pública y privada), al punto que para muchos economistas el Estado se ha convertido en el peor enemigo del desarrollo del país. En este contexto, es muy positivo el anuncio del ministro de Economía de un conjunto de medidas a ser emitidas en la próximas semanas (Gestión 25.10.12), las que implicarán un “shock” de gerencia pública para simplificar los procesos administrativos, reducir los costos y plazos de los trámites y permisos, y agilizar la inversión en todas sus modalidades. Esperemos que los anuncios se concreten y, sobre todo, tengan resultados. Sin embargo, son insuficientes.En primer lugar, porque no atacan el problema fundamental de la deficiente gestión pública: la calificación e idoneidad del capital humano que existe hoy en el sector público. Muchos de los funcionarios y empleados públicos no están capacitados para realizar una labor eficiente y no obstante la propuesta de realizar al menos una auditoría y racionalización de recursos humanos en el Estado, que es una reforma de corto plazo totalmente necesaria, nadie la quiere asumir. Menos aún en la creación de la Carrera Pública que incluya un sistema único de remuneraciones, por el costo político (votos) que ello implica. Programas bien orientados como Servir no son potenciados y se plantean nuevas iniciativas (como la escuela de administración pública -ENA-) que posiblemente también quede a medio hacer. Los anuncios tampoco abarcan otros temas clave en la gestión pública: mejorar la gestión por resultados y la corrupción. En lo primero se requiere un esquema que implique verdaderas evaluaciones de impacto de los proyectos públicos para que en función de ello estos se reformulen (no como se está haciendo al evaluar la ejecución presupuestal). En cuanto a la corrupción se requiere decisión política para identificar a los corruptos a través de una auditora privada que garantice imparcialidad. Hay otras tareas pendientes en cuanto a la gestión pública, pero empezar por las señaladas ayudaría bastante.

  • [Gestión,Pág. 18]
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