TAREA INMEDIATA. Una de las funciones del buen periodismo es hacer preguntas y lograr las respuestas que el público requiere para juzgar la marcha del Estado. Por lo general, los funcionarios suelen dar respuesta a las interrogantes, pero también existen largos silencios o inexplicablemente se dejan de publicar documentos que aclararían la ejecución de gastos o la aprobación de estudios y proyectos.Si aspiramos a una sociedad próspera, es clave que así como se está impulsando un shock gerencial en la administración pública, como promoverá el MEF, se propicie un shock de transparencia.Así, y para entender el sentido que se le quiere dar a la conducción del país, el Estado tendría que otorgar toda la información que las leyes autorizan difundir. De esta manera, se alejaría la sensación de engaño que ahora tienen los ciudadanos y disminuiría la pobre credibilidad de las instituciones públicas.Pero se está haciendo lo contrario. Por ejemplo, en el organigrama de la Presidencia de la República, publicado en el portal electrónico de ese organismo, no existe un despacho de la Primera Dama. Entonces, si nos atenemos a la información oficial, es válido preguntar si es adecuado que la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República actúe como vocera de la señora Nadine Heredia, y si la esposa del Presidente puede usar los recursos del Estado, en este caso equipos de video y profesionales en multimedia, para crear su propio canal en Youtube.El Gobierno debería dictar medidas que le ayuden a descomprimir las presiones que tiene por el espinoso tema. En ese camino, debería crear, formalmente, un despacho para la Primera Dama, otorgarle un presupuesto y asignarle personal y equipos. De esa manera, se evitaría cuestionamientos a las actividades de la señora Heredia, que son muy importantes en el campo social.Claro está, que esta falta de transparencia no solo ocurre en Palacio de Gobierno, sino también en los ministerios, como Energía y Minas, ya que ahora se ha hecho imposible revisar los estudios de impacto ambiental que presentan las empresas extractivas.Creemos urgente superar estas deficiencias, porque sin herramientas de transparencia la democracia está incompleta, y la economía sufre las consecuencias.