ITF: LO TEMPORAL CONVERTIDO EN PERMANENTE
28 de noviembre de 2005

En medio del descontento de muchos sectores, el Congreso cumplió esta semana con aprobar el Presupuesto General de la República para el 2006 (ascendiente a S/.50.862 millones) que no solo repite una estructura conocida, sino que mantiene por un año más el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), ampliando su vigencia y contradiciendo así su carácter temporal.En cuanto a lo primero, la mayor parte del presupuesto va dirigido, en un 87%, a financiar el gasto corriente y, dentro de ello, principalmente a atender el grueso de las remuneraciones. Solo un 13% se destinará a la inversión, con lo cual se posterga la realización de obras de infraestructura.Sin embargo, lo realmente cuestionable del presupuesto ha sido la prórroga por un año más del ITF, que precisamente debía vencer el 2006, manteniendo su actual tasa de 0,08%. Como se sabe, la propuesta del Ejecutivo era reducir este impuesto de 0,08% a 0,06% en el 2006, hasta desaparecer la carga tributaria gradualmente.El Congreso, en cambio, había solicitado que la recaudación por concepto de ITF se mantenga en sus porcentajes actuales durante el próximo año, a fin de que se orientara a reforzar el presupuesto asignado a seguridad interna (policías) y defensa nacional (militares).Por este camino lo que se busca es generar S/. 170 millones de gasto adicional, monto relativamente pequeño (tres milésimas del total del presupuesto), pero que da un pésimo mensaje respecto del manejo técnico de los impuestos. En la práctica, esto ha confirmado dos temores anunciados sobre esta carga tributaria y que planteamos en su momento, cuando empezó a aplicarse. El primero se refiere al cronograma para su eliminación que, como vemos, se mantendrá bajo las presiones de mayor gasto. En segundo lugar, hemos confirmado que con el ITF se buscaba recaudar más que fiscalizar a los contribuyentes, como se fundamentó inicialmente.Finalmente, la medida ratifica también que, en el Perú, lo temporal puede convertirse en permanente, sin considerar los negativos efectos que ello acarrea para en el manejo de nuestra economía.