Francisco Miró Quesada Cantuarias. Lo sucedido hace unos días en el Vraem es de suma gravedad. Un grupo de narcoterroristas desalojó a los trabajadores del gas de Camisea del lugar donde desarrollan sus labores. Esto significa que, un día cualquiera, podrán atentar contra las tuberías que conducen el gasa través de casi mil kilómetros a diversas partes del país. Si sucediera algo semejante la mitad del país se quedaría sin luz. Imaginemos lo que podría significar eso. Un verdadero desastre para el Perú. Y la banda d elos Quispe Palomino sería dueña de una situación incontrolable. Por eso es urgente que nos preparemos para enfrentar esta sitruación. (…)