ENERGÍA. Este es el momento en que el Gobierno debe comenzar a tomar decisiones sobre temas que por su carácter de urgentes son indispensables para mantener el crecimiento económico. Dicho en otras palabras, las autoridades, empezando por el presidente de la República, tienen que postergar las acciones, que siendo importantes, no son urgentes. Si no se actúa de esa manera, seguiremos perdiendo más tiempo del que ya se ha desperdiciado.Así, catorce meses después de instalada la administración Humala, observamos con preocupación que casi nada se ha concretado en materia energética, pese a que el asunto demanda urgencia en su atención. Y esto está sucediendo porque el presidente y sus ministros están entrampados con numerosos proyectos energéticos, imposibilitados de concretar algunos de ellos. Al final, catorce meses después, seguimos donde empezamos, en la nada.En tanto, se han ido postergando los temas de suma urgencia. Por ejemplo, la empresa que transporta el gas ha venido advirtiendo a sus clientes, por lo menos desde los meses de verano, que en cualquier momento se podrían presentar problemas. El aviso simplemente se dejó pasar, y no se asumió como una prioridad. Hoy, ya con el problema encima, hemos perdido casi un año, y seguiremos derrochando más tiempo, porque estamos casi ad portas de la temporada de lluvias, y además porque el ministro del Interior ha renunciado a la posibilidad de dar plena seguridad al gasoducto.Pero esto también sucede porque ciertos sectores del empresariado mantienen la inexplicable actitud de satisfacerse con la resistencia que estamos dando a la crisis internacional, sin advertir que los nubarrones que ahora oscurecen las economías de Estados Unidos y Europa podrían llegar al Perú si, como ha dicho el ministro de Economía, China crece menos de 7% en el 2013. En pocas palabras, algunos gremios empresariales han renunciado a la tarea de criticar, de señalar lo malo, justamente para que el Gobierno lo corrija, mostrando su complacencia, como también lo hace el Gobierno, por lo logrado. Pero lo conseguido hasta el momento no es suficiente si se tiene como objetivo la inclusión social.