Para el 2014, la energía eléctrica en nuestro país provendrá, en un 60%, de las plantas térmicas que utilizarán el gas de Camisea, en lugar de las centrales hidroeléctricas. Sin embargo, existe la posibilidad de un riesgo energético, debido a que los trabajos de ampliación del ducto que debe llevar el hidrocarburo a las plantas de la costa peruana se encuentran interrumpidos.TGP aseguró que los trabajos de ampliación están suspendidos desde abril por los ataques terroristas y no tienen fecha de reinicio. Para el experto César Gutiérrez Peña, existen dos factores por los cuales TGP no retomaría, en un buen tiempo, sus trabajos. El primero tiene que ver, sobre todo, con la responsabilidad del gobierno central en brindar seguridad y que no se repitan los secuestros de narcosenderistas. Y en segundo lugar está el gobierno regional, que debe dar las facilidades de transportar el material para el tendido de los 50 kilómetros de ducto alrededor de Kepashiato.