Los llaman no contactados, pero no es cierto. Son pueblos amazónicos que en algún momento tuvieron contacto con extrañosque llegaron desde las ciudadesen busca de las riquezas de la selva y escaparon de ellos, espantados de su violencia: huyeron delinfierno del caucho y se refugiaron en el monte, lejos de todo. En los años 80 huyeron también delas enfermedades que llegaroncon las exploraciones de la Shell.Pero la mitad de la población na-hua desapareció luego de con-tagiarse de diferentes males. Sealejaron cada vez más y decidieron vivir en aislamiento. Así fue como los nanti, los kugapakori y los nahua, entre otrosgrupos étnicos, se refugiaron enmedio de la selva del Cusco y Ucayali, y construyeron allí sus pequeñas sociedades nómadas, a la vez que rechazaban el contacto.Desde entonces no han dejado de huir. Hoy suman más de 1,500 personas.Mientras ellos huyen, nosotros-la modernidad y su crecientedemanda de energía- avanzamos sobre sus territorios. El año2000 el Gobierno Peruano firmóel contrato de explotación delgas de Camisea en el lote 88 conel consorcio Camisea (liderado por Pluspetrol), en una zona que se superpone al territorio de estos pueblos. Se instalaron los pozos y la explotación del gas comenzó.(Edición domingo).